Poco a poco el proyecto va cogiendo forma y yo experiencia en emprenderlo. Aprendo constantemente, pero no sólo de sabores (con productos naturales) y de estética (el aspecto, su presentación, …) sino del público al que busco y me quiero dirigir. Evidentemente aprendes equivocándote en decisiones y, como no, decepcionándote con gente que se quiere aprovechar, te quiere imitar, … (todos “algo” copiamos, pero cómo pica cuando a uno le toca).

Cuando intentas marcar la diferencia, aún en pequeñas cosas, es cuando ves que lo estás consiguiendo, entonces te es más fácil recobrarte cuando decaes, aunque claro, cuento con recursos limitados: YO, y como dijo Meg Ryan en Tienes un e-mail: “todo es personal”, y eso es lo que precisamente la marca.

Soy una irremediable cabezota y una golosa socióloga (un poco torpe con las populares “redes sociales” pero muy hábil con los dulces), que se está planteando seriamente hacer una tesis sobre el comportamiento de las personas con el uso de estas nuevas herramientas de comunicación que a mi tanto se me resisten. Siempre he preferido el contacto personal al virtual, pero he de decir que éste es igual de “transparente” se llame como se llame (Twitter, Facebook, …). El que es generos@, envidios@, trepa o simplemente tiene clase, la tiene y punto, esté conectado a la red ó no. Luego, por deformación profesional, soy empática pero no tanto.

Este blog hecho con mucho esfuerzo y tan motivador para mí es una manera de hacerme sentir bien y poder llegar a más gente, pero sin olvidar que el fin último no deja de ser otro que el mostrar mis “originales” súper bolas de bizcocho en palito para todo tipo de evento o sin él, es decir, ¡¡conseguir un futuro… lleno de encargos, encargos y más encargos!!

Rechaza imitaciones: la receta de la IMAGINACIÓN es la única que no se puede copiar

Estos Cake Pops especiales son para una persona especial en un día también especial: el cumpleaños de mi «cuñà» ESTHER, una mujer alegre y detallista que desde el principio, y aún todavía, me anima en esta locura de proyecto.

Otro reto más, una gran prueba, un divertido experimento, en definitiva un riesgo muy apetecible: ¿superarían “mis chicos” el transitado trayecto Alicante – Madrid? Porque no hay distancias si se quiere, sólo excusas.

Había que protegerles individualmente (aquí no bastaba con la bolsita de celofán), cada uno llevaría su correspondiente etiqueta, y posteriormente habría que cobijarles a todos en una caja conjunta preferiblemente alta (según la longitud de los palitos) y evitando al máximo las esquinas. Aproveché para enviar un mensaje nada “subliminal” en la trasera de la tapa …

Ah, y por supuesto no podía olvidarme de un importante detalle: mi pequeña aportación para la ampliación de una magnifica colección de broches de la protagonista del día con uno muy especial.

Deseo que no hayan sufrido mucho tras más de 400 Km. de obstáculos, y espero impaciente alguna foto tras su llegada, sobretodo la del cake pop principal con la vela encendida (que previamente había sido testada).

Feliz día!! y que cumplas muchos más así de bien, «taitantos» besos

¿¿Por qué nacemos un día cualquiera y otro nos marchamos de este mundo, y nos empeñamos en acotar toda nuestra corta o larga vida en una fecha??

Pues porque tiene que ser así para poder contarlo, sí contar: 1, 2, 3,… contar nuestra edad, nuestro lugar en la cola, el dinero que tenemos, el puesto que ocupamos en la empresa, etc. Todo tiene que tener un orden, somos números desde que nacemos, y desde entonces nos acompañan en DNIs, matrículas, móviles,… Estamos marcados.

Todos sin darnos apenas cuenta, cuando vamos al súper queremos coger el pan de molde que dure más tiempo y todos alguna vez nos hemos tomado un yogurt bastante pasado, y nos hemos dicho: no hay que ser tan estricto, sino pasa nada, no tiene importancia. Pero sí, sí que la tiene, porque aunque tu cumple cae martes y lo celebres el sábado, esperas y necesitas que ese día (el real) más que cualquier otro se acuerden de ti. Y son los que realmente le quitan esa importancia, los que ciertamente se sienten fatal cuando su cumple cae en miércoles y les felicitas el domingo: “Ups, es que se me había olvidado”.

No nos engañemos, todo tiene un tiempo (un principio y un fin), y todo es por algo.

«Los Cake Pops de Maripi duran aprox. 5 días desde su fecha de elaboración: __/__/__ «

Una vez más dejándome arrastrar por la moda handmade, fue cuando descubrí en la Relojería-Joyería Cardell en pleno centro de Alicante y conducida por una encantadora pareja, un “rincón de broches de fieltro” con un acabado perfecto: enloquecí con todo tipo de animalitos, profesiones y personajes de cuento. Poco a poco fui haciéndome una pequeña colección y a su vez regalando, ya que es un detalle verdaderamente curioso, hasta que un día decidí plantear todo un reto a la artesana Ana que los realiza con tanto esmero: Betty Boop (y no hizo falta que le entregase ninguna foto de guía). ¡Tengo que reconocer que me quedé boquiabierta!

Pues bien, como no podía ser de otra forma, ahora quería tener a Maripi también en broche, y pensé que lo mejor que lo podía simbolizar era su cake pop rosa.

De nuevo prueba superada. Como un niño con zapatos nuevos, salí con mi encargo puesto. ¿Cómo es posible que a veces pequeñas cosas nos puedan hacer sentir tan bien? seguramente porque nos pueda la ilusión esa que, aunque siempre está ahí, parece que regrese con más fuerza a nuestro corazón los días positivos. Que no me abandone nunca. ¿Y tú? ¿hoy la sientes?

Continuando con el orden, quería una caja o cajón -pero no “desastre”- para tener controlados todos los sprinkles, decoraciones y golosinas varias a golpe de vista, es decir, a poder ser, transparente y fácil de acceder. No me apañaba con las de madera o las de cartón forradas, y para empezar logré dar con una pequeñita pero de 2 pisos, compartimentos extensibles, y cómoda de transportar. ¡Cómo me gustaba mi nueva caja de herramientas! dispuesta a arreglarlo todo.

Esta caja de las sorpresas, es una gran tentación para mi niña cada vez que ronda por mi mesa de trabajo, y una gran fuente de inspiración para mis pequeñas y diarias creaciones de piruletas de bizcocho. ¡¡Me encanta!!

Tachánnn ¿¿Qué saldrá hoy de la «chistera»??

No había comenzado el verano cuando un finde vino a visitarnos mi sobrina Ruth, que gestiona con su madre Concha un pequeño taller de cocina Apetit’Oh, que ha logrado hacerse un gran hueco entre las escuelas de Madrid. Por la tarde se puso a hacer los famosos Cake Pops con mi hija y ahí empezó todo.

El caso es que intuía que ya los conocía pero no terminaba de identificarlos, y lo que en ese momento fue un montón de bizcocho desmigado y sobado con sucedáneo de cacao yanqui, se convirtió en una carrera por querer saber más y más de las dichosas bolitas.

Investigando un poco la situación en el mercado de mi ciudad, descubrí que estaban también un poco perdidas en el limbo de la llamada “repostería creativa”: ¿qué cosa tan mona era esa que se podía comer como si estuviese pinchado en tu propio tenedor? Fue entonces cuando se me encendió la bombilla, y así nació MARIPI.

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