Ahhh…, Tan pronto estamos quitando el árbol y los adornos navideños como nos estamos vistiendo de rojo, y si nos descuidamos, poniéndonos el traje de baño.
¡Pero qué rápido pasa el tiempo!, por eso hay que disfrutar al máximo cada instante, independientemente del calendario comercial que se nos marque en nuestras vidas.
Y es que el amor toca siempre, no sólo en febrero. Si, porque el amor está en todas partes (empezando por ti), llega “cuando menos te los esperas” y es imposible de clasificar: infinito, incondicional, verdadero, …
Yo he de confesar que este diciembre me he vuelto a enamorar, y es la 3ª. Una vez más “el flechazo fue instantáneo” y me ha dejado el corazón rebosando de felicidad, ¡qué sensación más hermosa y tan difícil de expresar!, con palabras claro, porque como un descontrolado huracán te las arrebata velozmente con cada latido, en cada respiración…
Son los enamoramientos los que hacen de este mundo algo mejor, con cada pequeña muestra de amor (un guiño, una caricia, una sonrisa, etc.) hacemos que éste crezca. Lo tenemos tan cerca que se nos olvida percibirlo como merece (con tu pareja, con la familia, entre amigos, …), y por eso nos solemos equivocar a la hora de valorar lo más importante.
Piénsalo por un momento, y atrévete a demostrarlo. A mi por ejemplo me encanta sorprender porque sí -no lo puedo remediar-, sin tener que esperar a ser un día especial, pero tú hazlo como prefieras y quieras permitirte: dulces, flores, joyas, …
Un consejo: ¡¡ enamórate siempre que puedas, y déjate querer sin más: cierra los ojos y que todos los días sean 14 !!
Me ha encantado el post. Las fotos preciosas y los cake pops dicen «comeme, comeme»
Eres un sol Marta, como siempre. Las fotos de los Cake Pops son mías pero la de los nenes son de una mamá del cole, fotógrafa y amiga Mónica Santonja