Una vez más dejándome arrastrar por la moda handmade, fue cuando descubrí en la Relojería-Joyería Cardell en pleno centro de Alicante y conducida por una encantadora pareja, un “rincón de broches de fieltro” con un acabado perfecto: enloquecí con todo tipo de animalitos, profesiones y personajes de cuento. Poco a poco fui haciéndome una pequeña colección y a su vez regalando, ya que es un detalle verdaderamente curioso, hasta que un día decidí plantear todo un reto a la artesana Ana que los realiza con tanto esmero: Betty Boop (y no hizo falta que le entregase ninguna foto de guía). ¡Tengo que reconocer que me quedé boquiabierta!
Pues bien, como no podía ser de otra forma, ahora quería tener a Maripi también en broche, y pensé que lo mejor que lo podía simbolizar era su cake pop rosa.
De nuevo prueba superada. Como un niño con zapatos nuevos, salí con mi encargo puesto. ¿Cómo es posible que a veces pequeñas cosas nos puedan hacer sentir tan bien? seguramente porque nos pueda la ilusión esa que, aunque siempre está ahí, parece que regrese con más fuerza a nuestro corazón los días positivos. Que no me abandone nunca. ¿Y tú? ¿hoy la sientes?
Muchas gracias por la mencion, aqui estamos para lo que necesites. Cuenta con nosotros porque nos encanta tu proyecto y estan riquiiiiiiisimos¡¡¡¡¡¡
Ay q cosa más mona!!!!!! Dan ganas de comerse ese también!!!! 🙂