A mi bola

He sido golosa de siempre, pero he de decir que con la maternidad y posterior lactancia la cosa se incrementó, viniendo acompañado de la mano por la imparable moda de los muffins, cupcakes y fondant de los últimos años. Esto hizo que mi pasión por la repostería se convierta en algo un poco obsesivo y a su vez terapéutico (que me quiero relajar, pues toma: hago un bizcocho, panettone y hasta roscón), mientras atravieso una etapa personal muy delicada.

Pertenezco a la generación JASP = ya no tan jóvenes -en edad-, aunque seguimos estando sobradamente preparados, heme aquí: licenciada y masteurizada, ahora madre pero actualmente parada. Ese acrónimo me temo que ya no queda tan bien…

Rozando una década prodigiosa como tantas, con los años nos hemos hecho más maduros e interesantes, parece que cometemos menos errores y nos sentimos más seguros de nosotros mismos: ¡sin miedo a nada, si señor! Y con las mismas ganas que cualquiera, hemos decidido “adaptarnos” a estos malos tiempos, esperando como todos, que pasen pronto.
Esta aventura que comienzo es una idea que surgió como afición pero que sin darme cuenta me adoptó (ella a mí) y es en este momento mi pequeña empresa = mi quimera, ya que reconozco que posee mi absoluta dedicación.

¿¿Cómo entrenarme y al tiempo irme dando a conocer??
Regalando un ramillete de mis preciosas bizcobolas a personas corrientes (la recepcionista del centro médico, el tendero de la tienda de ultramarinos de mi barrio, la vecina con la que me encuentro casi todos los días al regresar a casa, etc.) que en pequeños momentos del cotidiano día a día te hacen la vida más fácil: ¡cuesta tan poco devolver una sonrisa!

Un pedacito de mí va en cada uno de esos Cake Pops, están llenos de ilusión e imaginación, porque de repente te paras un momento y piensas: ¿por qué no endulzarnos un poquito HOY?

3 Comentarios

  1. Hola Pilar, soy Mercedes la madre de Sofía, estoy viendo tus bolas y ni te imaginas el hambre que me está entrando, se me está haciendo la boca agua, ya te preguntare más por ellos y por los talleres que das.
    Nos vemos mañana, besos.

Deja un comentario