Como buena “Aries” que soy, me he pasado gran parte de mi vida haciendo listas y poniéndome fechas, ¡a veces me estreso con tanta organización! Creo que es la única manera de ir consiguiendo que salgan cosas, aunque cada día tenga que volver a modificar el planning, la mayoría de las veces porque no he conseguido lo marcado y me toque posponerlo para más adelante. Pero, ¡y lo bien que me hace sentir ver lo que sí he logrado llevar a cabo tachándolo de mi libreta y a la vez de mi cabeza! Como siempre la botella medio llena o medio vacía, según como lo mires, pero mejor con ganas de seguir adelante, ¿no?
Esta vez no podía ser menos, debía de tenerlo todo bien clarito y acabar lo que empezaba. Como las grandes superficies y los pequeños comercios, había que tener como norma a seguir una agenda comercial impuesta por las repetitivas estaciones anuales. Eso sí, dándole mi pequeño toque, y siendo susceptible de cualquier modificación a posteriori.
He de añadir, que con los años sigo siendo tan perfeccionista como he sido siempre pero mucho, mucho, mucho más tolerante. Y todo ello se lo debo desde hace bastante tiempo a:
– mi marido/pareja/compañero de viaje… : 1+1=2; 2=1, en definitiva, no concibo mi vida sin él
– mi hija: mi mayor orgullo, mis fuerzas y mi alegría
Mis mayores críticos y mis mejores catadores. Esta vez, lo cumpliré. Se lo debo, me lo debo.